miércoles, 9 de julio de 2014

Un año de amor


Han sido 365 días del amor más intenso que jamás haya conocido, y lo mejor es que desde el momento en que nuestras miradas se cruzaron supe que iba a ser eterno. Ya hace un año que nació mi niña... lo mejor que me ha pasado en esta vida junto con su padre, ya que sin él ella no sería posible. Habría sido otra, u otro, pero no la preciosa niña risueña, feliz, cariñosa, buena, generosa, inteligente, marchosa y por qué no decirlo, testaruda que tengo por hija.

Ella llena mis días con sus sonrisas y sus besos, que desde que ha aprendido a darlos los va regalando junto a esos abracitos que me hacen sentir alguien muy importante en su vida. Es increíble como en tan poco tiempo (¿qué es un año en la vida de un adulto?) ha podido crecer tanto, por fuera y por dentro, desarrollando habilidades como la de sostenerse en pie cuando hace nada casi ni sostenía su cabeza... Ha sido un año lleno de cambios, de descubrimientos y nuevos logros para un ser pequeñito por fuera pero tan grande por dentro que cautiva a todo el que tiene el placer de conocerla. Y es que empiezo a creer eso que dicen de que durante el primer año es cuando más se aprecia la evolución de esas personitas a las que estamos entregando el futuro de la humanidad.

La veo dormir y despertar cada día y no me canso de mirarla. Desde el momento en que nació mi corazón se dividió y un pedacito se fue con ella... Se que ya nunca volverá a ser mío, pero no me importa, a ella le doy el corazón entero si hiciera falta. Y se que tardará mucho en saber cuánto la amo, posiblemente hasta que ella sea madre también y pueda experimentarlo, hasta entonces todo serán suposiciones y conjeturas; pero tengo la esperanza de ser capaz de educarla de manera que sepa contar con sus padres y que no nos vea demasiado enemigos porque siempre querremos lo mejor para ella. Que entienda que en su madre también puede encontrar a una amiga, no de la clase que te dice lo que quieres escuchar, sino de las que te riñen cuando lo necesitas, y te dan abrazos y besos antes de que los puedas necesitar.

La miro descubrir el mundo, su forma de tratar con los demás, su simpatía y su buen corazón, y estoy segura de que llegará a donde ella quiera, solo tendrá que proponérselo...

Feliz cumpleaños a mi niña, y un millón de gracias por darme tanto amor sin pedirlo.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Primer día del padre

Este año hemos celebrado el día del padre en casa por primera vez... Hacía mucho tiempo que no tenía que pensar en regalitos caseros, ya que no me acuerdo cuándo fue el último que le hice a mi padre, pero después de mucho tiempo me ha tocado 'pringar' y nunca mejor dicho, ya que para el regalo que mi peque y yo le hemos hecho a su papi hemos usado pintura de dedos, y después del trabajito artístico tuvimos que irnos derechitas a la ducha.

Tras mucho pensar en qué cosas podíamos realizar haciendo partícipe a mi bebe del regalo de papá, finalmente me decidí por la huella de su mano. Hasta ahora nunca nos ha dejado hacer una, de hecho solo hemos hecho la del pie ya que nunca conseguíamos que abriera la mano para plasmarla en papel. Así que con esta decisión me estaba planteando, además, un reto. 

Hace unos días, antes de que mi marido volviera de trabajar, nos pusimos manos a la obra. Primero cogí un papel para hacer varias pruebas, y cuando por fin conseguí que medio abriese la mano, pasamos al papel definitivo. No quedó perfecta, pero era su primera huella... Al principio pensé en hacer un marcapáginas, pero quedaba demasiado grande. Finalmente decidí enmarcarla y escribirle al lado 'Feliz primer día del padre'. La verdad es que el conjunto quedó muy bonito... 

¿Y con el papel de prueba? ¿De verdad iba a tirar el esfuerzo de media mañana? Al final cogimos todas los colores de pinturas de dedos y añadimos más huellas, incluso hicimos mezclas. La gente piensa que la niña lo tuvo que pasar genial 'guarreando' tanto con las pinturas, pero no os dejéis engañar por las apariencias... mi bebé tiene ocho meses, ella no quería hacer huellas... lo que realmente estaba buscando era llevarse papel y pinturas a la boca, por lo que la elaboración del cuadro que finalmente le regalamos a papá nos costó un pulso entre las dos, una medio rabieta de mi hija y alguna que otra lagrima de cocodrilo. 

Después de un par de días, tras dejar secar la lámina, fuimos a por el marco y añadimos una cartulina de color como fondo... el resultado nada tiene que envidiarle a cualquier cuadro de arte moderno, con el valor sentimental añadido que tiene para nosotros. Espero que no llegue el segundo día del padre y todavía estemos por colgar el cuadro de nuestra pequeña artista en la pared...

miércoles, 12 de marzo de 2014

Arrugas de felicidad


Hoy no me extenderé mucho... o eso pretendo. Es tarde y mi pequeña seguro que se despierta para comer un ratito después de que yo me haya acostado, como pasa tantas y tantas veces... Pero hace tiempo que no escribo y no quiero dejar de hacerlo, quiero seguir siendo fiel a mí misma, a mis desahogos, a mi 'hacer algo más por y para mí'... lo que me lleva a trabajar fuera de casa, y por supuesto también a escribir. Así este blog se convierte en ese esparcimiento que me aleja de mis tareas como madre, pero a la vez me acerca más a esta nueva faceta en mi vida, ordenando mis ideas y descargando mi cansancio.

Hace tiempo que quería pasar por aquí solo para decir que mi bebé hay noches que se despierta una o dos veces, algo que me deja alucinada cuando sucede y que me brinda días de buen humor desde que abro los ojos. Siempre son días que se mezclan entre aquellos que paso medio insomne, dejando un leve recuerdo de que una vez dormí y descansé cuando pasa la semana.

Además de cierta madurez en el sueño en días aleatorios, mi hija también puede presumir de dos incisivos centrales inferiores muy monos que le han dado algunas molestias, con las consecuentes lloreras y falta de apetito que a veces suelen acarrear este tipo de desarrollos... Así que ya usa cepillo de dientes, y según nuestra dentista, por la manera que tiene de agarrarlo, parece que ha estado cepillándose los dientes toda su vida... ¡Es que mi niña es muy habilidosa!

Y como muestra de habilidades ya gatea. Empezó por el mes de enero a arrastrarse de un lado a otro, pero no hacía muchos esfuerzos, de hecho no parecía muy interesada... Hace una semana y media me dediqué a jugar con ella, gateando a su lado, pidiéndole que me siguiera... ella hacía el intento, hasta que de repente levantó su culillo mientras apoyaba las rodillas en el suelo. Poco a poco comenzó a desplazarse, al principio torpemente... pero al segundo día ya no la podía dejar sola, y después de varios días de exploración del salón, cada cajón, cada puerta y cada cesta en la que guardamos papeles -grandes manjares para mi hija, por lo afanada en comérselos que se ve- ya no hay quien la pueda dejar sola un segundo, ni siquiera quitarle la vista de encima, ya que llegará a lugares insospechados en el tiempo que tardamos en pestañear. Consejo para padres novatos... no hagáis como nosotros que hemos dejado el asegurar enchufes, esquinas y cajones para el último momento, dedicad un rato antes, mucho antes de que vuestros hijos empiecen a mostrar signos de movimiento, porque al final os pasará como a mi, que ya no sé cuando voy a poder alejar las cosas de ella simplemente porque no me deja tregua.

Como quien no quiere la cosa mi niña se ha ido haciendo grande... todavía es una bebé de ocho meses, pero muy despierta y con talla de 9 a 12 meses en la mayor parte de las prendas. Ya dice adiós y hola con su manita, toca las palmas y te choca la mano cuando se le pide con un simple: ¡Choca! También ha llegado la época de extrañar, y si salgo de la habitación o me voy un poco más lejos de lo que ella esperaba, no hay que asombrarse si le asalta el llanto...

Este año está pasando tan rápido y está lleno de tantos cambios que cada vez que me miro al espejo me veo una arruga nueva, así que voy a tener que dejar de mirar por si acaso... Ser madre nos envejece velozmente, pero nos incrementa la alegría. No hay día que me vaya a la cama temprano, ni día que me pueda levantar tarde, ni prácticamente tarea que pueda realizar en soledad. Ser madre es más duro de lo que había imaginado, pero sin duda te acerca a unas sensaciones que te definen como más humana, más auténtica y más llena de amor que nunca. Mi hija lo es todo. Alegría y tristeza, cansancio y energía, desesperación y paciencia, sabiduría e ignorancia... Con ella, en un solo día me encuentro de mil maneras y en muchos casos contradictorias, pero de lo que no tengo duda es de que esta pequeña personita hace que cada momento que pasamos juntas sea especial, dándole felicidad a mis recién estrenadas arrugas.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Mi mundo del revés




silencio.

(Del lat. silentĭum).

1. m. Abstención de hablar.

2. m. Falta de ruido. El silencio de los bosques, del claustro, de la noche.


Nunca he sido plenamente consciente de la paz que entraña el silencio. De pequeña no me gustaba demasiado estar sola, escuchaba la radio o encendía la televisión en busca de compañía si no había nadie en casa... Incluso recuerdo que necesitaba el ruido a la hora de dormir... en verano, con las ventanas abiertas, era el pasar de los coches por la autovía lo que me llevaba al país de los sueños, en invierno una cinta de cassette con canciones o cuentos... Y hoy en día todo ha cambiado muchísimo. Ahora busco la quietud y la calma en cada siesta de mi bebé.

Adoro sus ruiditos, sus balbuceos y su risa. Sinceramente me encantan... Especialmente sus carcajadas, de sonido amplio y sincero, prácticamente melodiosas. Escucharla es sinónimo de vida. Pero un bebé entraña más sonidos, como el llanto a veces angelical, otras desgarrador y desconcertante; también los juguetes musicales que se repiten sin descanso, los gritos que ponen a prueba sus recién estrenadas cuerdas vocales... y al final del día tendremos suerte si el dolor de cabeza no llama a nuestra puerta. 

Desde hace unas semanas añoro un poco de silencio... Hay días que cada dos horas mi bebé reta a mi paciencia. Días que la llevo a su cuna y al rato comienza a llorar, y apuesto a que no es por hambre... Últimamente no falto a la cita de los cereales nocturnos que llenen su pancita, y según dicen algunos, la lleve hasta los brazos de Morfeo al menos durante siete horas... en mi caso Morfeo no quiere acunarla, o ella no se deja, y cada dos horas tenemos llanto, a veces se agarra al pecho para a la segunda succión caer rendida, pero cuando su cabeza toca la cuna, como si de un colchón de espinos se tratara, se despierta sin remedio y volvemos a empezar.

Cuando era algo más pequeña llegaba a dormirse sola, y no sé en qué momento la historia ha cambiado.  Sigo buscando el qué hice mal... No sé cuando decidió que me necesitaba para dormir, si desde el principio he intentado que fuera independiente... puede que darle el pecho me haya cegado, supongo que ella se siente segura y calentita sintiendo mi palpitar; y a mi me encanta estrecharla en mis brazos y me entristece, a la vez que me llena de orgullo, ver cómo ha crecido en tan poco tiempo y pensar que un día no muy lejano ya no necesitará de mamá... Que el tiempo vuela y estos momentos ya nunca volverán.

Intento disfrutar de cada segundo, incluso del llanto y las rabietas, que pronto cambiaran de motivos y dejarán de ser por coger un juguete o la necesidad de una siesta. En cuanto me quiera dar cuenta la rabieta será porque no la dejé salir a la calle, o porque no consiguió el regalo que pidió. Pero por mucho que quiera entender sus motivos y pensar que con el tiempo ya pasará, las dos necesitamos una vida independiente, incluso desde ahora que es pequeña. No quiero que dormir sea un drama, pero para ambas últimamente lo está siendo, y noche si, noche también tenemos enfrentamiento. Un tira y afloja que a cada minuto, con el cansancio acumulado de la noche anterior, siento que va a ganar ella. Aunque la realidad es que finalmente cae rendida, pero siempre al cobijo de la tetita.

Hoy, en su primera siesta del día he intentado reeducarnos a ambas y tras casi una hora de llanto en la que me he pasado dos veces para comprobar que todo estuviera bien, ha terminado por dormir sola. Al final he tenido que hacer una pequeña intervención, no demasiado grande porque no quería que el berrinche fuera en vano, pero sí que la he ayudado a tranquilizarse colocándole el chupe en la boca y acercando mi cara a la suya... cantándole un poquito y pasándole una mantita por la cabeza, ya que le gusta dormir con los ojos algo tapados. No la he cogido... me he resistido, y no estaría muy segura sobre quién lo estaba pasando peor, porque escucharla dormirse con el hipillo del llanto tampoco es agradable, sabiendo que en la tetita hubiera caído en un periquete.

A veces me pregunto en qué estoy fallando, si por darle cariño y protección a mi bebé ya la estoy malcriando y no soy una buena madre... ¿Qué es entonces lo que debo hacer? ¿Cuál es la mejor manera de ayudarla? ¿Cómo sabemos cuál es la educación preferible para nuestros hijos? Hay millones de teorías, si nos metemos en internet a buscar, o si escuchamos a todo el que quiera darnos su opinión podremos acabar mareadas y confusas, posiblemente igual de perdidas que al principio. Cierto es que los bebés no tienen libros de instrucciones y cada padre educa a sus hijos como buenamente puede, y ya no como quiere porque siempre estará influenciado por lo que venga del exterior, ya sean opiniones de terceros o el amigo al que nuestro hijo se quiere igualar cuando es un poco más mayor.

Esta reflexión me obliga a echar la vista atrás y acordarme de cuando era pequeña... Cuántas veces pensé que odiaba a mi madre y sin embargo no era cierto. Ahora la echo de menos, a ella, a sus abrazos y a los consejos que ella me hubiera podido dar en esta época de mi vida. Junto con mi padre crió a dos hijos, a ambos de manera diferente ya que en mi caso dormí junto a ella mucho tiempo, y mi hermano por contra fue criado con la técnica de dejar al niño llorar. Habría que hacernos un análisis psicológico para ver quién es más independiente, pero si tuviera que decir quién tenía más 'mamitis' durante la infancia sería mi hermano.

Yo he querido y quiero a mi madre con locura, para mi es un pilar muy importante en mi vida y ella ha configurado gran parte de la persona que soy hoy en día. Con ella he compartido muchas confidencias desde pequeña, e incluso para los problemas de mis amigas era mi madre la primera consejera. La añoro... y me gustaría que ella me dijera qué hice mal con mi hija, o qué no estoy haciendo mal, porque a veces me siento perdida, aunque en mi condición de madre no me queda más remedio que salir a encontrarme yo misma y tratar de guiar a mi hija lo mejor que pueda. Creo que así lo hizo ella y me parece que no lo hizo muy mal... ¿no?

martes, 21 de enero de 2014

Carta a Aitor

Hola pequeño,

quedan pocas horas para que estés en este mundo y ya me estoy emocionando solo de pensarlo... Conozco a tu madre desde hace 22 años, y desde entonces para mi ha sido como una hermana, así que eso te sitúa en la posición de mi primer sobrino... algo que hace que me sienta muy afortunada. Y aunque en la lejanía, porque nos separan muchos kilómetros, estoy con tu madre en mis pensamientos, mandándole toda la fuerza y las energías positivas que hoy va a necesitar.

En estos momentos en los que tus padres esperan tu llegada, no puedo evitar el ponerme en la piel de tu mami, ya que hace tan solo seis meses también pasé por ahí con mi hija, por esas sensaciones que hoy ella va a experimentar. Desde los inevitables nervios, pasando por el dolor intenso y llegando hasta las lágrimas de felicidad extrema en el momento en que te tenga en brazos.

Quiero decirte que eres un bebé afortunado, que tus padres están deseando abrazarte y regalarte todo el amor del mundo, porque para ellos vas a ser lo mejor de sus vidas, y están deseando sentirte, olerte, amarte... y tú, ya desde tan pequeñito, vas a ser la felicidad más grande, el mejor regalo. Pero debes saber que no solo serás especial para tus padres, también lo serás para tus abuelos, tus tías, y tus tíos postizos, que seguro que vas a tener muchos.

Según parece, nacerás bajo el signo de Acuario... de ellos dicen que son emprendedores que miran hacia el futuro, sin anclarse en el pasado. Creativo e independiente, ama los cambios, los estudios de materias complejas y la investigación. Así como viajar y aprender de otras culturas.  Así que pequeño Aitor, supongo que el gran cambio que vas a experimentar hoy, será solo el primero de muchos... Bienvenido a este mundo. 

miércoles, 15 de enero de 2014

El cortaúñas no es lo mío...


Las uñitas de un bebé parecen de juguete, pero no hay que subestimarlas... son más peligrosas de lo que parecen. Cuando mi niña nació no tuve que cortárselas, las tenía pegaditas al dedo y parecía que no crecían, pero eso pronto cambió. Las uñas comenzaron a crecer y mi hija a mostrar su lado más salvaje, dejando marcas de arañazos en su delicada piel. Así que no pude dejarlo pasar por más tiempo y me aventuré a usar el kit de manicura para bebé que había comprado adelantándome a su nacimiento.

Una vez que fui a echar mano del cortauñas y de la tijerita, comparé sus deditos y uñitas con el tamaño de los artilugios que debía usar para zafarla de su propio castigo. En ese momento reparé en que cortarle las uñas iba a ser tarea complicada, no porque fuera una niña sumamente activa, como es el caso de los bebés mayores, historia que nos sucede ahora, sino porque cortar esas uñitas sin llevarme un pellejito por delante no debía ser fácil. Creo que no debo ser la única que durante las primeras sesiones caseras de manicura para bebés pensó que se iba a llevar un dedito por delante...

Asimismo me planteé cual era la mejor manera de cortarle las uñas a un bebé. En las charlas de preparación a la maternidad nunca habíamos hablado sobre el tema, y al ser primerizas imagino que a ninguna se nos había ocurrido preguntarlo. Pero hoy en día vivimos en la era en la que no hace falta saber de todo para tener una respuesta adecuada, siempre y cuando manejemos ese artilugio llamado Internet, que desde hace tiempo se ha instalado en nuestras vidas encarnando a un fiel consultor. Así que en la tarea de consultar me puse, a indagar en diferentes webs sobre la mejor forma de actuar a la hora de cortar las uñas del bebé, pero... sinceramente, poca o nula información encontré.

Creo que casi todas las madres primerizas sentimos cierta aversión a cortarle las uñitas a nuestros peques. Lo peor para mi fue no saber si debía cortar más pegada al dedito o dejar una pequeña separación... Si hacerlo de forma redonda o debía dejarlas un poco más cuadradas eliminando en la medida de lo posible los piquitos... Toda esa información me sonaba de haberla escuchado alguna vez en mi vida, y cuando la necesité, simplemente estaba ahí de manera difusa y poco fiable. Así que finalmente me dediqué a hacerlo lo mejor que pude... y desde entonces así lo hago. Aunque mi esmero poco sirve para frenar el crecimiento de las pequeñas 'cuchillitas' de mi niña, que a los tres días de ser cortadas ya parecen necesitar un repaso.

Después de seis meses todavía sigo tratando de hacer malabares, y mi técnica al final, como la de otras mamis con las que he hablado, es la de pillar a nuestros bebés dormidos, sobre todo ahora que gasta más genio y es difícil sujetarle los deditos... Así que si alguien tiene alguna sugerencia es más que bienvenida, ya que a lo largo de estos meses he comprobado que con mi bebé, el cortaúñas no es lo mío...

viernes, 10 de enero de 2014

Pañales: calidad no es sinónimo de caro

Hace unas semanas fuimos de vacaciones a España para pasar los días de Navidad con la familia. Preparando equipaje y dejando resueltas principalmente las cosas referentes a la niña, estuve buscando información por Internet sobre las diferentes marcas de pañales, para dejarle a mi padre encargada la compra antes de nuestra llegada. Y leyendo, leyendo... entré en diferentes blogs que hacían referencia a un estudio que había realizado la OCU.

En ellos encontré algo ya sabido pero a lo que no siempre atendemos y es que las marcas no son sinónimo de calidad, aunque normalmente en ellas lo que buscamos es una garantía. Tengo que confesar que uso los pañales de la compañía Procter&Gamble, aquí en Reino Unido llamados Pampers, pero en España más conocidos como Dodot... Y los dodotis de toda la vida no es que sean malos, seguro que los habrá peores. De hecho no son muy gruesos y más o menos absorben el pipí, pero sin embargo encuentro muy frecuentes los escapes de caquitas... Y en cuanto al olor... Sinceramente no me hace falta mirar el pañal para saber que ha llegado la hora de un cambio incluso cuando solamente hay pis...

Gracias a la investigación de la OCU he conoido los pañales Toujours, ya que el estudio sitúa a esta marca del Lidl en primer lugar en el ranking, por encima de las diferentes variedades de Dodot y por encima también de la marca Huggies, que usé durante los primeros meses de vida de mi hija. Para que os hagáis una idea, aquí os dejo el listado:

1. Pañales Lidl Toujours Maxi Air Confort
2. Pañales Huggies Superseco
3. Pañales Día Baby
4. Pañales Dodot Activity Plus
5. Pañales Eroski Tu bebé
6. Pañales Carrefour Baby
7. Pañales Dodot Etapas
8. Pañales Deliplus
9. Pañales Moltex Premium
10. Pañales Dodot Básico
11. Pañales Auchan Confort Plus


Tengo que decir que los Toujours además de ser suaves, finos y absorbentes, ya que siempre he encontrado la piel de mi bebe seca, incluso después de toda la noche sin cambiar; neutralizan el olor de manera increíblemente efectiva. Durante su uso, en varias ocasiones he tenido que comprobar el pañal por un lateral ya que por el olor no era capaz de averiguar si estaban manchados o no, y el pipí nunca huele con ellos. Además pocas veces, si acaso una, he sufrido accidentes de desborde con ellos...

El único problema que encontraba en los Toujours, y sólo al principio, era la sujeción que me parecía un poco extraña, como si la cinturilla no estirase demasiado, sin embargo el resultado me demostraba que son bastante seguros, y la relación calidad precio inmejorable: 7€ por un paquete de 50 pañales. Ya, si no es por las ofertas, no hay mucho que defienda el uso de los archiconocidos Dodot, que por muy famosos que sean, además de andar entre los más caros, no han demostrado ser los mejores...



jueves, 9 de enero de 2014

Sexto mes... etapa de cambios


Hoy mi niña cumple seis meses de vida. Desde ahora en adelante un mundo de sabores, texturas y nuevos olores se extiende ante ella, y es que ya es momento de empezar a comer sólidos. Hoy ha saboreado su tercera papilla de arroz y parece que le encanta... Así que vamos a aventurarnos por un nuevo mundo a punto de ser descubierto para nosotras.

Empecé hace tres días sin ninguna recomendación médica. ¿El motivo? ya estoy cansada de sacarme la leche. El sacaleches se está convirtiendo en una pesadilla, en algo que trato de evitar a toda costa y que alargo hasta que no me queda más remedio que dejar leche congelada para cuando voy a trabajar, y esta semana, tras las vacaciones de Navidad, me tocaba volver a rellenar el congelador, pero sólo pensarlo ya me producía rechazo. Cada vez me costaba más trabajo y me resultaba incluso algo doloroso. Parecía como si cada día fuese perdiendo más práctica y únicamente conseguía sacar un chorrito que parecía agua sucia. A veces incluso me planteaba si se me estaría retirando la leche, pero debía ser imposible ya que mi bebé seguía amamantándose con regularidad y continuaba subiendo de peso a un ritmo completamente normal.

Finalmente compré leche de fórmula para que los miércoles, durante mi ausencia, mi marido le diera un biberón a nuestra hija. Ya lo intenté hace una semana para asegurarme de que cogería el biberón mientras yo no estaba, pero no hubo éxito. Mi hija pensó que mejor el biberón para mi, que a ella le diera tetita. Un poco desanimada volví a probar a principios de semana... entonces de un biberón de 120ml sólo tomó 40ml, pero al menos era algo... aunque de primeras me costó que lo cogiera. Me daba pena tirar la leche sobrante, así que como a la papilla de arroz hay que añadirle un poco de leche, decidí probar a ver si se interesaba por la comida... igualmente, tres días después íbamos a empezar. Y aunque hace tres días aún no tenía la trona en casa, hice el intento... ¡Y funcionó! De momento parece que le gusta el cuchareo, no sé si prefiere morder la cuchara a tragar la papilla... pero lo importante es que accede a abrir la boca. Y si hace tres días sólo tomó cinco o seis cucharadas, hoy se ha tomado 30ml de leche mezclado con cuchara y media de arroz, sentada en su trona y, a ratos, llevándose ella misma la cuchara a la boca... en esos casos sin mucho alimento.

Ahora sólo nos queda que las rutinas de sueño se hagan más consistentes y empiece a dormir la noche de un tirón, entonces puede que yo decida usar algo menos de corrector de ojeras diario... Hace un par de noches mi hija me sorprendió al dormir siete horas seguidas, pero al día siguiente volvimos a despertarnos en intervalos de dos horas... creo que eso no lo hacía desde que era una recién nacida... Y sinceramente me desanimó un poco. Aunque por otro lado estaba inmensamente orgullosa al verla comer, con una primera carita rara que dio paso a gestos de entusiasmo y deseos de manejar la cuchara.

Es increíble las sensaciones que nos producen ser testigo de estos cambios en nuestros hijos, vemos como están desarrollándose y van creciendo, a veces demasiado rápido para mi gusto, porque en cuanto me de cuenta dejará de ser un bebé para convertirse en una niña, y tras eso rápidamente en una adolescente, e inevitablemente la miraré y empezaré a sentirme muy mayor... por no decir un poco más vieja. Pero es que el tiempo vuela, y no hace mucho yo también era un bebé, y luego una niña y después adolescente, para más tarde, y sin saber cómo, convertirme en mujer...

Inevitablemente los cambios forman parte del crecimiento y del progreso del ser humano, así que posiblemente mañana probemos con las zanahorias...